Al menos 38 personas murieron y 85 resultaron heridas en Grecia, por la colisión entre un tren de pasajeros que viajaba entre Atenas y Tesalónica, y un convoy de mercancías. En tanto, la Policía local detuvo al jefe de la estación de la ciudad de Lárisa.
"El número de muertos aumentó a 36", indicó el portavoz de los bomberos griegos, Vassilis Vathrakogiannis, en una rueda de prensa en la que precisó que la operación para rescatar pasajeros todavía estaba en marcha, y luego se reportó el hallazgo de otras dos personas fallecidas.
Y agregó: "66 personas fueron hospitalizadas, seis de ellas en cuidados intensivos". El siniestro ocurrió a la altura de Lárisa, en el centro del país, cuando en la medianoche de ayer (19 hora argentina) chocaron un tren con 350 pasajeros, la mayoría estudiantes, y un convoy de mercancías.
En tanto, el jefe de la estación de esa ciudad griega, de 59 años, "fue arrestado", dijo a la agencia de noticias AFP un portavoz de la Policía local, y agregó que los cargos se anunciarían en breve. La colisión que se produjo entre estos dos trenes se debió a "un trágico error humano", afirmó este miércoles el primer ministro Kyriakos Mitsotakis.
"Todo demuestra que, lamentablemente, el drama se debe a un trágico error humano", dijo el jefe de Gobierno en la televisión al día siguiente del peor accidente ferroviario en la historia de Grecia. Por su parte, un portavoz del Gobierno afirmó que los dos trenes llevaban "varios kilómetros" circulando por la misma vía y el fiscal de la Corte Suprema ordenó una investigación.