La profesora de español murió apuñalada por un alumno el pasado 22 de febrero en San Juan de Luz. El viudo de la profesora Agnés Lassalle, la ha despedido en su funeral con un emotivo baile. Las imágenes han dado la vuelta al mundo. Y es que este fin de semana, el funeral que se celebró en su honor en Sainte Eugénie de Biarritz, en el País Vasco francés, se convirtió en un ejercicio de optimismo y vitalidad.
Al compás de la versión francesa de Love, de Nat King Cole, el viudo de la profesora de español de 52 años comenzó a bailar. Primero en solitario, en el que era su último baile juntos. A continuación, amigos y familiares de la pareja se unieron en una escena cargada de emotividad.
La profesora de español Agnès Lassalle murió el pasado 22 de febrero tras ser apuñalada por un alumno de 16 años. Los hechos tuvieron lugar en el instituto Santo Tomás de Aquino en San Juan de Luz. Se trata de un centro privado que cuenta con un elevado porcentaje de alumnos de Irún y Hondarribia. La profesora estaba hablando en medio del aula, donde las mesas habían sido dispuestas en "u". Sin mediar palabra, T. M., un joven de 16 años, se levantó con un objeto en la mano. "Lo había sacado de su mochila, era algo que llevaba envuelto en un pañuelo", señalaron sus compañeros.
El joven se acercó a la puerta del pasillo, echó el pestillo y se dirigió hacia la maestra. "Fue tranquilamente hacia ella", afirmaron. Eran las diez menos cuarto de la mañana. Faltaban apenas quince minutos para que concluyera la clase. T.M. se detuvo a la espalda de Lassalle, que estaba escribiendo algo en la pizarra, y le dio un pequeño toque en el hombro. La profesora se giró y vio lo que llevaba en la mano. Entonces gritó. El joven alzó el brazo y asestó a su profesora una puñalada en el pecho. "Era un cuchillo grande, de carnicero". La mujer dio un paso hacia atrás y cayó al suelo. Murió una hora más tarde pese a los intentos de reanimarla. La profesora había recibido una puñalada en el esternón y nada se pudo hacer por salvarle la vida.
Tras cometer el crimen, el adolescente, se quedó de pie y parecía perplejo. Sus compañeros huyeron entonces de clase aterrorizados por lo que acababan de presenciar. El agresor entró después en la clase vecina. Dos profesores le pidieron que tirara el arma, que el adolescente dejó en el suelo. «He arruinado mi vida, todo terminó», dijo.
En su primer interrogatorio, el alumno aseguró a la Policía que "alguien" había tomado "posesión" de su cuerpo y que "una pequeña voz le hablada, un ser que describió como egoísta, manipulador, egocéntrico, que le incita a hacer el mal y que le habría sugerido la víspera cometer un asesinato", contó el fiscal.
Lasalle era "una profesora muy implicada en su centro, unánimemente apreciada y querida por sus colegas y alumnos", explicó en rueda de prensa un día después del suceso el fiscal de Bayona, Jérôme Bourrier. Agnés adoraba su trabajo y a sus alumnos. Era exigente, pero justa, según los estudiantes.