En un comunicado publicado este martes, la Federación Francesa de Aseguradoras (FFA) aseguró que tras las declaraciones recibidas la semana pasado con respecto a los disturbios iniciados en junio, el total de lo que tendrán que pagar a sus asegurados llegará como mínimo a los 650 millones de euros. El costo final es tres veces mayor que lo que tuvieron que pagar tras los disturbios de el 2005, los más catastróficos hasta ahora, que habían durado cuatro semanas.
Hasta el viernes 7 de julio, las aseguradoras habían recibido 11.300 declaraciones de siniestro, un tercio de las cuales de profesionales cuyos bienes habían sido vandalizados, lo que representa un 55 % de los costos que tendrán que indemnizar. Si a eso se suman los daños de las administraciones públicas, se llega al 90 %. El resto son bienes de particulares, principalmente coches quemados. En el 2005, el 82 % de los siniestros correspondieron a daños e incendios de vehículos, con un valor indemnizado de 204 millones de euros.
France Assureurs recordó que esta vez se ha convenido prolongar el período de declaración de los 5 días que habitualmente figuran en los contratos a 30 días, que se han acelerado los procedimientos de peritaje y que se han facilitado los adelantos de indemnización para las "situaciones más difíciles".
Según la contabilidad del Ministerio del Interior francés, comunicada el 5 de julio, desde el inicio de los disturbios el 27 de junio, más de 2.500 edificios fueron incendiados o degradados y también fueron pasto de las llamas más de 12.000 coches. El origen de este estallido de violencia, que se prolongó una semana, fue la muerte de un menor de 17 años tras ser disparado por la policía cuando intentaba saltarse un control de tráfico.