La inflación se aceleró de nuevo en julio en Estados Unidos, a 3,3% interanual contra 3,0% en junio, y se mostró estable en un mes, a 0,2%, según el índice PCE, la medida usada por el banco central estadounidense (Fed), que quiere llevarla a 2,0%.
La subida estuvo impulsada por el aumento del precio de los servicios, que registró una subida del 5,2% en 12 meses, en claro contraste con el precio de los bienes, que disminuyó un 0,5%. El IPC subyacente, que excluye los costes volátiles de los alimentos y la energía, también subió en julio a una tasa anual del 4,2%. Mes a mes, el PCE aumentó un 0,2%, al igual que en junio.
El gasto de los hogares se aceleró (+0,8% frente a +0,6% en junio), mientras que sus ingresos aumentaron menos (+0,2% frente a +0,3%). La inflación PCE sigue la misma tendencia que otro índice, el IPC, publicado previamente y que se situó en 3,2% interanual en julio, contra 3,0% en junio.
El dato mantiene la presión sobre el banco central estadounidense, que intenta volver a situar la inflación en su objetivo a largo plazo del dos por ciento mediante una serie de subidas de los tipos de interés. Analistas y operadores esperan que la Reserva Federal mantenga estable su tipo de interés de referencia en su próxima reunión de los días 19 y 20 de septiembre.
Los funcionarios de la Fed no han descartado volver a subir los tipos en el futuro, si fuera necesario. “Aunque nuestras estimaciones sugieren que las presiones sobre los precios disminuirán en lo que queda de año, hay que estar atentos a los datos por si se produce un cambio de tendencia en la inflación”, escribió Rubeela Farooqi, economista jefe de High Frequency Economics para EE.UU., en una nota a los clientes.