Las inundaciones que castigan desde la semana pasada el sur de Brasil, que han dejado 101 muertos y 130 desaparecidos, damnificaron al menos 61,400 viviendas, de las que 6,200 quedaron totalmente destruidas, según datos parciales divulgados este miércoles por la Confederación Nacional de los Municipios.
La entidad calcula en 6,400 millones de reales (unos 1,280 millones de dólares o 1,191 millones de euros) los daños provocados hasta ahora por la mayor tragedia ambiental registrada en Río Grande do Sul, estado del sur de Brasil fronterizo con Argentina y Uruguay.
Cerca de la mitad de esas pérdidas, unos 3,400 millones de reales, se refieren precisamente a los daños sufridos por las viviendas. Las lluvias y las inundaciones han afectado 425 de los 497 municipios de Río Grande do Sul y a unas 1,48 millones de personas, de las que 67,428 tuvieron que buscar abrigos en escuelas, gimnasios e iglesias y otras 167,786 acogerse en viviendas de familiares y amigos.
Según la Confederación Nacional de los Municipios, las actividades más afectadas por las inundaciones, que se extienden no solo en las ciudades sino en amplias zonas rurales, son la agricultura, con pérdidas calculadas en 594,6 millones de reales, y la pecuaria (147,7 millones de reales).
Río Grande do Sul es el mayor productor de arroz de Brasil y las lluvias destruyeron parte de la cosecha, por lo que el Gobierno ya autorizó la importación del grano para impedir que los precios se disparen. Las pérdidas en la industria son calculadas en 183,3 millones de reales, las del comercio en 38,5 millones de reales y las del sector servicios en 58,2 millones de reales.
En cuanto a los daños materiales, las inundaciones provocaron pérdidas en escuelas, hospitales y edificaciones públicas calculadas en 351 millones de reales. Los daños en las obras de infraestructura, incluyendo puentes, carreteras y tendidos eléctricos y de saneamiento, suman 1.400 millones de reales. -Entre las infraestructuras afectadas figuran el aeropuerto y la terminal de transportes terrestres de Porto Alegre, la capital regional, que están paralizadas desde el lunes. La previsión es que la terminal aérea de esta ciudad de 1,3 millones de habitantes solo vuelva a operar a finales de mayo.
EFE