El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó este miércoles que no hablará con su par argentino Javier Milei hasta que este pida «disculpas» a él y a Brasil por las "tonterías" que dijo. "No he conversado con el presidente de Argentina porque creo que él debe pedir disculpas a Brasil y a mí. Él dijo muchas tonterías, solo quiero que pida disculpas", dijo Lula en una entrevista al portal UOL.
Lula no especificó a qué declaraciones se refería, pero Milei tachó al brasileño de «corrupto» y «comunista» durante la campaña electoral que lo llevó al poder, en diciembre del año pasado. El mandatario izquierdista también señaló que el ultraliberal argentino «no será quien siembre cizaña» entre los dos países vecinos, miembros del bloque Mercosur e importantes socios comerciales.
Milei es cercano al expresidente brasileño Jair Bolsonaro (2019-2022), a quien invitó a su toma de posesión un día después de su victoria electoral. Aunque hubo intentos de acercamiento con el gobierno de Lula, el mandatario brasileño no asistió a la ceremonia en Buenos Aires. Las distancias se han mantenido entre los dos jefes de Estado, incluso en la cumbre del G7 en Italia este mes.
Aunque la prensa especuló sobre un posible encuentro entre Milei y Lula en Bari, la cancillería brasileña dijo que «no hubo pedido» para una reunión bilateral. En marzo, Lula dijo que la extrema derecha amenaza la democracia en el mundo, y puso como ejemplo el caso de su homólogo argentino. «¿Quién está hoy en contra del sistema, que lo critica todo? Milei en Argentina», lanzó. Pese a las tensiones entre los dos gobernantes, ambos países conversan sobre la presencia en Argentina de decenas de fugitivos del ataque a los tres poderes en 2023 en Brasilia por seguidores de Bolsonaro.
Lula señaló que algunos de esos fugitivos ya fueron "condenados" en Brasil por lo que su gobierno pide que si no regresan «sean apresados» en Argentina. «Lo estamos tratando de la forma más diplomática posible», apuntó. La policía brasileña ha detenido a cientos de presuntos vándalos, financistas e incitadores de los asaltos ocurridos en enero de 2023, una semana después de la toma de posesión de Lula. Algunos han recibido condenas por delitos como golpe de Estado, con penas de hasta 17 años de cárcel.