El Gran Chaco no es el bosque más conocido de América del Sur. Es el segundo en tamaño y biodiversidad a la selva amazónica vecina. A diferencia del Amazonas húmedo, el Gran Chaco se encuentra en un clima semiárido; Su vegetación es menos colorida. Pero al igual que el Amazonas, el Gran Chaco ha enfrentado una rápida deforestación en los últimos años.
El Gran Chaco se extiende por unos 650,000 kilómetros cuadrados (250,000 millas cuadradas) en Argentina, Paraguay, Bolivia y Brasil, lo que lo convierte en el bosque seco más grande de América del Sur. Se compone principalmente de arbustos y árboles de madera dura que proporcionan hábitat para miles de especies de plantas y cientos de especies animales. Los nativos wichí han cazado y se han reunido en esta tierra durante décadas. Pero las observaciones de los satélites Landsat indican que aproximadamente el 20 por ciento (142,000 kilómetros cuadrados (55,000 millas cuadradas)) del bosque se convirtió en tierras de cultivo o tierras de pastoreo desde 1985-2013.
De 2010 a 2018, más de 29,000 kilómetros cuadrados (11,000 millas cuadradas) del Gran Chaco fueron limpiados para granjas y ranchos, según la organización sin fines de lucro Guyra Paraguay . Gran parte del desmonte tuvo lugar en Argentina. Las imágenes de arriba muestran la deforestación en un lapso de dos décadas alrededor de la provincia de Salta, en el norte de Argentina. La imagen del 18 de diciembre de 2000 muestra una mezcla de tierra despejada y áreas más verdes. La imagen del 24 de diciembre de 2019 muestra gran parte del bosque reemplazado por grandes campos.
Las imágenes fueron adquiridas por el espectroradiómetro de imágenes de resolución moderada (MODIS) en el satélite Terra de la NASA. Gran parte de la tierra despejada se ha convertido en tierras de cultivo para cultivar soja y criar ganado. Argentina es el tercer mayor productor de soja del mundo. La investigación muestra que la producción de soja fue un impulsor directo de la deforestación en el bosque en la década de 2000. A medida que los productores de soya sintieron más presión para mantenerse al día con la demanda mundial, necesitaban encontrar tierras sin explotar y comenzaron a limpiar bosques y regiones áridas. Los avances tecnológicos facilitaron el cultivo de estas tierras marginales, que antes eran difíciles de cultivar. Controlar la deforestación en Gran Chaco ha sido un desafío.
En 2007, Argentina promulgó una "ley forestal" nacional que ordena que los gobiernos locales regulen la expansión de la agricultura a gran escala y establezcan prácticas para proteger los bosques nativos. Sin embargo, la investigación muestra que los gobiernos locales no pudieron hacer cumplir la ley en ciertas zonas protegidas, algunas de las cuales en realidad experimentaron un aumento de la deforestación después de la aprobación de la ley. Imágenes del Observatorio de la Tierra de la NASA de Lauren Dauphin, utilizando datos MODIS de NASA EOSDIS / LANCE y GIBS / Worldview . Historia de Kasha Patel.