Se trata de una iniciativa financiada por el MINCyT que busca determinar la carga viral aérea del SARSCoV-2 en hospitales y espacios habilitados para el tratamiento de pacientes que cursan la enfermedad.
Con el objetivo de preservar a la comunidad sanitaria, el Laboratorio de Aguas y Suelos (LAgS) del Instituto de Investigaciones para la Industria Química (INIQUI) de la Universidad Nacional de Salta (UNSA), conjuntamente con el CONICET, desarrollaron un proyecto para medir la contaminación viral por SARS-CoV-2 en el aire de hospitales y edificios destinados al tratamiento de pacientes con COVID-19.
El proyecto brinda la posibilidad de evaluar cuantitativamente el riesgo de contraer una enfermedad originada por coronavirus, debido a la exposición al aire y aerosoles contaminados por el virus. Una de las problemáticas que atraviesa el abordaje de la pandemia se encuentra en el desgaste que sufre el personal del sistema sanitario. Además de las arduas tareas que desarrollan, las y los trabajadores de la salud están en la primera línea de exposición al virus.
En este sentido, una potencial infección pone en riesgo no sólo su salud sino también al propio sistema: pues disminuyen su presencia en instituciones sanitarias a la vez que se transforman en posibles focos de contagio.
La directora del proyecto, Mercedes Cecilia Cruz explicó que los primeros estudios se realizarán en el hospital Papa Francisco, en el Centro de Convenciones Salta y en algunos hoteles, que actualmente funcionan como centros de aislamiento de pacientes con COVID-19.
“El objetivo es realizar monitoreos frecuentes que nos permitan medir y conocer la carga área y la circulación del virus en los diferentes espacios. En una primera etapa evaluaremos, en conjunto con las autoridades, qué medidas se pueden tomar para disminuir la carga viral, mientras que, en una segunda etapa, una vez concluida la pandemia, buscaremos garantizar que estos lugares sean declarados ambientes libres de coronavirus, lo cual es de suma importancia tanto para el sector sanitario como para el turístico”, señaló la investigadora.
Cruz informó que algunos de los espacios donde se tomarán las muestras son las Unidades de Terapia Intensiva (UTI); los sanitarios de las UTI; las Unidades de Cuidados Intermedios o camas comunes con pacientes en recuperación que estén por recibir el alta médica; la Guardia y el lugar donde el personal sanitario se coloca, cambia y renueva los Elementos de Protección Personal (EPP).
Carlos Porcelo, subsecretario de Ciencia y Tecnología de Salta y representante alterno de la provincia en el Consejo Federal de Ciencia y Tecnología (COFECyT), remarcó que “este proyecto, junto con otros como el que estudia aguas residuales, financiados por la Agencia Nacional, son un ejemplo concreto de lo que es la ciencia puesta al servicio de la sociedad, ya que sus resultados van a brindar información clave para la toma de decisiones”.
El funcionario destacó que el trabajo articulado de la provincia con el COFECyT y con la Subsecretaría de Federalización de la Ciencia, Tecnología e Innovación del MINCyT “es cotidiano y nos permite asistir a los distintos sectores y organismos para que se concrete el proceso de transferencia tecnológica a fin de fortalecer las capacidades locales en ciencia y tecnología”.
Los resultados obtenidos durante la puesta en marcha de éste proyecto, resultarán sumamente importantes para comprender el funcionamiento de las fuentes de infección y conocer las rutas de transmisión; además de entender cómo éstas contribuyen a la propagación del nuevo coronavirus. De esta manera será posible adoptar medidas de prevención y control sobre la infección y minimizar su transmisión entre los trabajadores del ámbito sanitario y el público en general.
El proyecto cuenta actualmente con un financiamiento de $ 950.000.- pesos aportados por el MINCyT a través del Consejo Federal de Ciencia y Tecnología (COFECyT) en el marco del Programa de Articulación y Fortalecimiento Federal de las Capacidades en Ciencia y Tecnología COVID-19.