Apesar de la preocupante situación epidemiológica en el norte de la provincia, dos fiestas clandestinas fueron descubiertas durante el pasado fin de semana. Una de ellas fue en Colonia Santa Rosa, y la otra en Tartagal, en la vivienda de un pastor evangélico.
La fiesta de Colonia Santa Rosa fue descubierta tras un llamado al Sistema de Emergencias 911, avisando de la celebración clandestina en calle Santiago del Estero y Caseros. La patrulla observó una gran cantidad de personas ingresando y retirándose de una vivienda, en motocicletas.
Se intervino el evento, secuestrando los rodados encontrados en el domicilio, y la propietaria quedó a disposición de la justicia por resistirse a la autoridad y su infracción al Decreto de Necesidad y Urgencia.
Por otra parte, en Tartagal se dio también una situación preocupante: se descubrió una fiesta de 15 años con 300 personas participantes, en el domicilio de un pastor evangélico. Fue en la comunidad El Lucero; se realizó el despeje de las personas, y el hombre de 54 años fue sancionado por la infracción del Decreto Nacional de Urgencia.