El Ministerio de Infraestructura y la Fundación para el Desarrollo en Justicia y Paz (Fundapaz) firmaron un convenio marco para la ejecución de obras de acceso al agua en cinco comunidades criollas de Santa Victoria Este. Poco más de $30 millones invertirá el Gobierno de la Provincia en la construcción de infraestructura en El Quebracho, Campo Largo, El Tigre, La Yegua y El Chivil.
El ministro Sergio Camacho marcó la relevancia de este paso porque abre el espacio a la participación de asociaciones criollas en el proceso de decisión y ejecución de las obras que aseguren agua a vecinos y a la producción del lugar. El dinero será destinado a la construcción de 25 cisternas de placa de 16 mil litros cada una, 15 represas y un pozo profundo con equipo de bombeo y obras complementarias.
Camacho firmó el convenio con el director ejecutivo de Fundapaz, Gabriel Seghezzo, y con los presidentes de las asociaciones Raíces del Chaco, Daniel Herrera; Vecinos Unidos, Iván Palomo; y Organización de Familias Unidas, Emérito Arenas. Participó en la reunión Cristina Garros Martínez, directiva de la institución.
Los beneficiados fueron reubicados de acuerdo al proceso iniciado en los exlotes fiscales 55 y 14 por el fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos contra la República Argentina; todas están asentadas de manera definitiva en el lugar al que fueron trasladadas y se encuentran organizadas. Como modelo se tomó el proyecto desarrollado en El Quebracho, donde en 2021 se habilitaron seis cisternas comunitarias de 16 mil litros en el marco de la Mesa del Agua.
Con la construcción de un pozo profundo, allí se cerrará un circuito que asegura agua para el consumo de 11 familias y para la producción, principalmente ganadera. La idea es replicarlo al resto de las comunidades. Se trata de un puntapié del que se comenzó a hablar en agosto pasado y que se formalizó con el convenio. “La interacción con Fundapaz nos permite realizar el abordaje en esos lugares remotos.
El abordaje y la capacitación son importantes para que las obras puedan sostenerse en el tiempo. Es una experiencia que esperamos replicar y en la que es clave la participación de las familias criollas a través de las asociaciones”, indicó Camacho para marcar el consenso previo con los habitantes.
El convenio establece que el Gobierno aporta el financiamiento, Fundapaz se hace cargo del monitoreo y las capacitaciones y las comunidades ponen el trabajo. “Estamos muy agradecidos porque es la primera vez que nos dan la oportunidad de demostrar que podemos realizar las obras y ser partícipes de un proyecto. Para nosotros es un sueño hecho realidad”, indicó tras la reunión Palomo.
Seghezzo indicó, por su parte, que la institución será responsable administrativo y técnico de los proyectos y que los mismos los hará la gente del lugar con maquinaria que hay en la zona. “Es un trabajo descentralizado en el que el de las asociaciones es importante. El proceso es largo pero es un camino que debemos recorrer”, sumó.