El estupefaciente estaba dentro de frascos de medicamentos naturales, ocultos entre cajas de bananas y locotos. La mercadería fue valuada por la Aduana en más de tres millones de pesos y había ingresado desde el Estado Plurinacional de Bolivia por un paso no habilitado. Según un primer estudio, las capsulas medicinales dieron positivo para marihuana.
En el marco de una audiencia de formalización de la investigación penal celebrada este martes, el juez federal de Garantías N°1 de Salta, Julio Bavio, hizo lugar a la imputación requerida por la auxiliar fiscal del Área de Casos Complejos de la Unidad Fiscal Federal de Salta, Carolina Aráoz Vallejo, reconoció la legalidad de la detención de Gustavo Rodríguez, Franklin Mamani y Lidio Catari Calle y los imputó por el delito de contrabando de mercadería y transporte de estupefacientes. El magistrado también avaló las medidas de coerción solicitadas por el Ministerio Público Fiscal.
Al presentar el caso, la auxiliar fiscal Aráoz Vallejo señaló que los acusados fueron detenidos en la madrugada del domingo, en el marco de un procedimiento iniciado la noche anterior. En esa ocasión, una patrulla del Escuadrón 22 San Antonio de los Cobres, de la Gendarmería Nacional, divisó una camioneta Mercedes Benz Spring, estacionada sobre la vera de la Ruta 40.
Explicó que, cuando los gendarmes controlaron la documentación de los tres hombres y del vehículo, advirtieron la existencia de 35 cajas con bananas y 15 que contenían locoto, una variedad de ají. En ese contexto, Catari Calle explicó que se dedicaba al comercio y reconoció la mercadería como propia. También indicó que habían ingresado con la mercadería por un paso no habilitado, desde la localidad boliviana de Villazón.
Añadió que, al requisar el vehículo, los gendarmes también encontraron seis cajas con frascos que contenían supuestos medicamentos naturales, los cuales Catari Calle también reconoció como propios y dijo que había traído de Perú.
Narró que, ante esta situación, y dada la falta de luz para continuar con el procedimiento, la fiscalía -previa autorización del juzgado- dispuso el traslado del vehículo a la base del escuadrón. Allí, al revisar las cajas con medicamentos, se hallaron cápsulas de “moringa”, “yacon” y “noni”, entre otros productos.
Puntualizó que las píldoras halladas fueron sometidas a una prueba de campo, que dio positivo para marihuana. En virtud de ello, les imputó también el delito de transporte de estupefacientes. Sin embargo, para mayor seguridad, la fiscalía solicitó autorización para que se realice un peritaje químico sobre las sustancias incautadas.
Durante la audiencia, la auxiliar fiscal consideró probado que los tres acusados incurrieron en el delito de contrabando de mercaderías. En tal sentido, la Dirección General de Aduanas (DGA) estimó que el costo de la carga de bananas y locoto ascendía a poco más de 3 millones de pesos, lo que supera el mínimo de punibilidad, establecido en 500 mil pesos en el Código Aduanero.
Además, Aráoz Vallejo solicitó, como medidas de coerción, la prisión preventiva de Catari Calle, en vista a la gravedad del hecho y la facilidad que tiene -por su actividad como comerciante- para viajar de un lado a otro de la frontera, a través de pasos ilegales, tal como reconoció en el caso.
En relación a Rodríguez y Mamani, la representante del Ministerio Público Fiscal solicitó medidas menos gravosas, como el compromiso de someterse a proceso y no entorpecerlo, presentarse ante la dependencia policial más cercana cada 15 días y fijarles la prohibición de salir del país. Si bien la defensa intentó resistir la prisión preventiva requerida para Catari Calle, el juez convalidó las medidas de coerción, en los términos solicitados por la Unidad Fiscal.