"El Milagro es un fenómeno masivo, totalmente arraigado, asumido y creciente", expresó a Télam el historiador y poeta salteño Miguel Ángel Cáseres, quien resaltó que la imagen del Cristo Crucificado "llegó en 1592, cuando en América estábamos en la algidez del proceso conquistador".
La Fiesta del Milagro, considerada una de las manifestaciones de fe más importantes de Argentina y que tras dos años de restricciones por la pandemia vuelve a la normalidad, posee una larga historia y sus orígenes se remontan a la fundación de Salta, en 1582, cuando el fray Francisco de Victoria se comprometió a enviar una imagen del Cristo a la iglesia matriz, de donde la sacaron en procesión tras un terremoto que en septiembre de 1692 provocó la desaparición de la ciudad de Esteco y que se sintió en la capital salteña.
"El Milagro es un fenómeno masivo, totalmente arraigado, asumido y creciente", expresó a Télam el historiador y poeta salteño Miguel Ángel Cáseres, quien resaltó que la imagen del Cristo Crucificado "llegó en 1592, cuando en América estábamos en la algidez del proceso conquistador".
Según los registros históricos, el 16 de abril de 1582 don Hernando de Lerma fundó la ciudad de Salta, en un acto del que participó Victoria, quien 10 años después, tras concluir su misión pastoral en América, donó desde Europa la imagen del Cristo Crucificado de tamaño natural para la iglesia salteña y otra de la Virgen del Rosario, para Córdoba.
En julio de 1592, los dos cajones que contenían estas imágenes aparecieron flotando en las aguas, frente al puerto del Callao, en Perú, desde donde fueron trasladadas a sus correspondientes destinos. El Cristo fue recibido en Salta por autoridades eclesiásticas, en una ceremonia especial, y luego fue colocado en el interior del templo, donde se veneraba una imagen de la virgen conocida como la Pura y Limpia Concepción.
En septiembre de 1692, comenzaron los terremotos que el día 13 provocaron la desaparición de la ciudad de Esteco, a 150 kilómetros de Salta capital, en un sismo que superó la magnitud de 7 en la escala de Richter y provocó 13 muertos y varios heridos.
El terremoto replicó en la ciudad de Salta por lo que los vecinos asustados se congregaron en la plaza y decidieron ingresar a la destruida iglesia, donde encontraron la imagen de la virgen caída, intacta y con una actitud suplicante pero los temblores no cesaban.
El sacerdote José Carrión, de la Compañía de Jesús, sacó al Cristo Crucificado a la calle, lo que dio lugar a la primera procesión, seguida por una multitud afligida y temerosa, tras lo cual cesaron los sismos. Esta actitud originó la celebración religiosa, que tuvo sus vaivenes en la historia pero que actualmente, a 330 años, es una de las más populares y convocantes de la Argentina.
El historiador Cáseres señaló que "la veneración del Milagro va acompañada de una realidad relacionada con el proceso de conquista y evangelización",al recordar que la típica imagen del desembarco de Cristóbal Colón en América, donde se lo representa con la espada y una cruz, muestra "una sociedad propia de esos tiempos, entre el estado y la Iglesia, que discernía las decisiones en el mundo".
Y, sostuvo que el proceso de "evangelización" se complicaba porque "tenían serias limitaciones en el idioma, en la cantidad de evangelizadores y en las características de las poblaciones en su marco teocrático, ya que sus creencias eran totalmente diferentes" por lo que "llegaron a la conclusión que necesitaban imágenes y vieron en las imágenes marianas y de los cristos dos pilares para acelerar y cualificar la tarea".
"Es evidente que en todo este proceso ganó el objetivo teocrático", añadió Cáseres y señaló que en la actualidad "hay un crecimiento cualitativo de la manifestación del Milagro", cuya procesión actualmente es "muy distinta" a la de los inicios.
"No siempre la procesión fue de día. Cuando no había energía eléctrica, se hacía de noche", lo que "se justifica en la densidad de los asistentes", ya que ahora, con la cantidad de participantes de la procesión ese horario se hace imposible, y sostuvo que esto también influyó en el recorrido, ya que "la primera procesión fue alrededor de la plaza", y después se la hizo "visitando los templos" que están en la zona céntrica de la ciudad de Salta.
Posteriormente, el trayecto de la procesión se fue extendiendo y desde 2010 llega hasta el monumento 20 de Febrero y este año, la celebración se desarrolla con el lema "Milagro, Camino de Esperanza, Testimonio y Fraternidad".