Donald Trump no pagó ningún impuesto sobre la renta durante el último año completo de su presidencia, ya que declaró pérdidas por sus amplios intereses empresariales, según las cifras fiscales publicadas por un panel del Congreso.
Los registros, publicados a última hora del martes por la Comisión de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes, liderada por los demócratas, tras años de lucha, muestran que los ingresos de Trump, y sus obligaciones fiscales, fluctuaron drásticamente durante sus cuatro años en la Casa Blanca.
Los registros van en contra de la imagen cultivada durante mucho tiempo por el ex presidente republicano como un hombre de negocios exitoso, mientras monta otra candidatura a la Casa Blanca.
Trump y su esposa, Melania, pagaron algún tipo de impuesto durante los cuatro años, mostraron los documentos, pero fueron capaces de minimizar sus impuestos sobre la renta en varios años, ya que los ingresos de los negocios de Trump fueron más que compensados por las deducciones y pérdidas.
El comité cuestionó la legitimidad de algunas de esas deducciones, incluida una por 916 millones de dólares, y los miembros dijeron el martes que las declaraciones de impuestos carecían de detalles. Se espera que el panel publique versiones tachadas de sus declaraciones completas en los próximos días.
Trump se negó a hacer públicas sus declaraciones de impuestos durante sus dos candidaturas presidenciales y su campaña por el cargo, pese a que todos los demás candidatos de los principales partidos lo han hecho durante décadas.
El comité obtuvo los registros tras una lucha de años y votó el martes a favor de hacerlos públicos. Un portavoz de Trump dijo que la publicación de los documentos tiene motivaciones políticas. “Si esta injusticia puede ocurrirle al presidente Trump, puede ocurrirle a todos los estadounidenses sin causa”, dijo el miércoles el portavoz de The Trump Organization, Steven Cheung.
Los demócratas del panel dijeron que su revisión encontró que las autoridades fiscales no examinaron de manera adecuada las complejas declaraciones de impuestos de Trump para garantizar su exactitud.
Aunque se supone que el Servicio de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglés) debe auditar las declaraciones fiscales de los presidentes cada año, no lo hizo hasta que los demócratas presionaron para que se tomaran medidas en 2019. El IRS asignó solo un agente a la auditoría la mayor parte del tiempo, descubrió el panel, y no examinó algunas de las deducciones reclamadas por Trump. El IRS declinó hacer comentarios.
Antes de asumir el cargo, Trump declaró durante muchos años fuertes pérdidas de sus negocios para compensar cientos de millones de dólares en ingresos, según informes de los medios y testimonios en juicios sobre sus finanzas. Los documentos publicados por la comisión mostraron que ese patrón continuó durante su estancia en la Casa Blanca. Reuters