La primera cita de la vicepresidenta segunda de España, Yolanda Díaz, en su viaje a Brasil ha sido con Luiz Inácio Lula da Silva, que aspira a regresar al poder en unos meses al frente de un movimiento amplio para derrotar en las urnas al actual presidente, el ultraderechista Jair Bolsonaro. La reunión que Díaz y Lula han celebrado este miércoles en un hotel de Río de Janeiro ha durado casi una hora y ha estado dedicada principalmente a la reforma laboral española, refrendada el pasado 3 de febrero. El expresidente brasileño (2003-2011) la considera un modelo a seguir para combatir la precariedad laboral si logra un tercer mandato.
La también ministra de Trabajo y dirigente de Podemos tiene previsto reunirse con líderes de la izquierda latinoamericana, sindicalistas locales y empresarios brasileños en esta visita de tres días que le sirve para elevar su perfil internacional y nacional de la mano de su principal proyecto.
Durante los últimos meses, Lula ha convertido la reforma española en uno de los asuntos de la precampaña en la que está embarcado Brasil, que en octubre celebra elecciones. “En el mundo, las reformas laborales suelen recortar derechos, pero esta ha servido para recuperar derechos”, recalcaba después del encuentro un portavoz de Lula para explicar ese interés. Tras las vicisitudes de la aprobación del proyecto el pasado febrero —salió adelante gracias a dos traiciones y un voto por error— está en vigor. La ministra ha destacado el fuerte aumento de los contratos fijos: un 139% en febrero respecto a febrero de 2021, según declaró en una entrevista a O Globo, uno de los principales diarios brasileños, que la presenta como “la política más popular de España según una encuesta de este mes del CIS”.
Según ha explicado Díaz después del encuentro, “Lula quiere hacer algo parecido” a la reforma española. La vicepresidenta también ha destacado el interés del brasileño en la ley de repartidores y su disposición a “colaborar activamente” con él. Los repartidores son un sector de gran interés para el Partido de los Trabajadores (PT) de Lula porque es especialmente nutrido y muy vulnerable.
El fundador del PT ha destacado que esta es la tercera reunión que celebra con interlocutores del Gobierno español para tratar del tema. Estuvo con Díaz en Madrid en una gira que hizo por varias capitales europeas a finales del año pasado y después celebró una reunión virtual con el ministro José Luis Escrivá, titular de la cartera de Seguridad Social. España también sirvió de inspiración a Brasil para la última reforma laboral. Aquella fue aprobada poco después de que el PT de Lula fuera despojado del poder en un impeachment (proceso de destitución). Impulsada por el derechista Michel Temer en 2017, tuvo como modelo los cambios impulsados en la legislación laboral por Mariano Rajoy. De todos modos, el brasileño no ha precisado por el momento si pretende revocar la reforma de Temer, modificarla o simplemente retocarla. Esos detalles, si llegan, llegarán más adelante. Por ahora esta embarcado en recordar la prosperidad que marcó los mandatos del PT, cuando millones de brasileños salieron de la pobreza. La coyuntura internacional era otra y el boom de las materias primas le dio un margen de maniobra del que de ninguna manera disfrutará ahora.
Lula es consciente de que, si es elegido presidente, uno de los grandes desafíos que afrontará es reactivar la economía y el consumo interno. El hambre ha vuelto, la inflación está por encima del 10%, el paro ronda el 11% (es decir, 12 millones de desempleados) y son ya varios años con un crecimiento del PIB mínimo. Fuente: El País de España